Add parallel Print Page Options

Mientras dormía, Dios le habló a Israel en un sueño. Lo llamó:

—¡Jacob, Jacob!

—Aquí estoy—respondió Jacob.

Luego Dios dijo:

—Yo soy Dios, el Dios de tu papá. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación. Yo iré contigo a Egipto y luego te volveré a traer de regreso. Cuando mueras, José cerrará tus ojos con sus propias manos.

Read full chapter